Una prótesis es una pieza diseñada con el objetivo de sustituir una articulación que está tan dañada, que no puede ser reparada.
Las articulaciones más experimentadas para realizar esta sustitución son la cadera (unión de fémur y pelvis) y la rodilla.
La longevidad de las prótesis articulares depende de varios factores, como la calidad de los biomateriales o las patologías y problemas particulares de cada paciente, por lo que es difícil concretarla. No obstante, de manera genérica, podemos explicar que la durabilidad de una prótesis articular puede estar entre los 15-20 años y en algunos casos llegar hasta los 30 años.
¿Cuándo son necesarias las prótesis articulares?
La prótesis articular se recomienda para eliminar el dolor y la incapacidad causada por una gran destrucción articular. Esto se puede deber a que las superficies de la articulación pueden estar dañadas por la artrosis, un proceso que provoca el desgaste del cartílago articular.
Otro factor a tener en cuenta, es que la articulación también puede estar dañada por la artritis reumatoide. En esta enfermedad, la membrana sinovial produce unas sustancias químicas que destruyen el cartílago articular.
Cuando la destrucción articular es importante, una prótesis articular total puede ser la única vía para que el paciente vuelva a sus actividades diarias.